Juan tenía tres hermanos: Severiano, Francisco y Eva, al morir su padre mandan a Severiano a vivir a Guadalajara con sus abuelos paternos. Juan se quedó en San Gabriel y estudió sus primeros años de escuela (párvulos 1° y 2° de primaria), teniendo que ir a Guadalajara al orfanatorio Luis Silva.
En ese mismo año en 1927 muere su madre, Juan siguió estudiando, Eva y Francisco se quedaron con su abuela materna.
Esos primeros años de su vida habrían de conformar en parte el universo desolado que recreó en su breve pero brillante obra.
En 1934 se trasladó a Ciudad de México, donde trabajó como agente de inmigración en la Secretaría de la Gobernación. A partir de 1938 empezó a viajar por algunas regiones del país en comisiones de servicio y publicó sus cuentos más relevantes en revistas literarias.
En los quince cuentos que integran "El llano en llamas", Juan ofreció una primera sublimación literaria a través de una prosa muy expresiva, la realidad de los campesinos de su tierra, en relatos que iban más allá de la pura anécdota social.
En
Pedro Páramo, Rulfo dio una forma más perfeccionada a dicho mecanismo de interiorización de la realidad de su país, en un universo donde cohabitan lo misterioso y lo real, y obtuvo la que se considera una de las mejores obras de la literatura iberoamericana contemporánea.
Juan Rulfo es sin dudarlo uno de los más maravillosos exponentes de la literatura, con un estilo propio, limpio y mágico.
Ha sido considerado uno de los más destacados escritores de la lengua española del iglo XX, a pesar de ser poco prolífico, al lado del magnífico Jorge Luis Borges.
Algunas de sus obras
* Nos han dado tierra (1945)
* El llano en llamas (1953)
* ¡Dile que no me maten! (1955)
* Pedro Páramo (1955)
* ¿No oyes ladrar a los perros?
* El gallo de oro y otros textos para cine (1980)
* Juan Rulfo (1980)